24. En el sofá
- Fui a cenar con el doctor. - Un tipo encantador, ¿lo verás más? - Puede que pudiera ser afirmativo, pero no. - ¿Y eso? - Realmente, no tengo la necesidad. Y me preguntó si era feliz contigo. - ¿Que le dijiste? ¿Lo eres? - Pues claro: tengo el marido más encantador y tolerante que me trata como a una reina, a una princesa, me deja hacer lo que quiero y me tiene loca de placer en la cama. Así se lo dije. - ¡Vaya! Estoy encantado. ¡Uau! Sinceramente, no me lo esperaba. Algo sí, pero... - Pues sí. El doctor es muy galán y la mejor posible pareja que pudiese encontrar...después de ti... Pero no hay un antes ni después, y sólo estás tú. Y no quiero ver a ninguno más. Pero entiendo que tú quieras...aventuras, juegos y sexo con otras chicas. No me enfado, ni te pido nada, sólo que yo no lo necesito, y espero que, aún con permiso, yo siga estando allí y no me dejes de... - ¿De qué? ¿De satisfacerte? ¿De quererte? He dejado a las dos. Ya no quiero yo tampoco estar con otras mujeres que no sea ...