15. Vuelta a casa: en el coche

- Cariño, has tardado mucho...

- Ya, ya lo sé. Pero es que no quería acabar, y tuve que decirle que era posible que te enfades. Hasta eso, no quería dejarlo.

- ¿Lo pasate bien?

- Sí, muy bien. Un hombre encantador, doctor, muy cuidadoso y altamente noble. ¿Y tú?

- Por supuesto. Esa chica estaba loca por complacerme en todo.

-  Tengo que preguntártelo: ¿es la primera vez que estás con ella?

- Sinceramente... No. Pero nunca te he engañado 

- Lo sé. Pero creo que es ella quien no para de buscarte. Ya de novios, esa vez que fui, ya te miraba con esos ojos y...

- No estoy enamorado de ella.

- Lo sé.

- Ni creo que me enamore.

- Pero te gusta jugar con ella.

- Es completamente diferente.

- ¿La besas?

- No. Sólo...alguna vez... No como a ti.

- Lo sé.

- Y, ¿quieres cenar algo? Creo que podríamos parar por el burguer.

- Yo no, pero te acompaño.

- Siempre eres mi perfecta mujer modelo acompañante. Es un lujo tú presencia y tenerte a mi lado, y ser tu esposo.

- Y yo soy feliz siendo tu mujer perfecta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

1. La petición

24. En el sofá